Viveza estoica


En el siglo iv antes de Cristo, Zenón fundó en Atenas una escuela de filosofía que se llamó estoica, del griego stoikos -relativo a una columnata-, porque la escuela funcionaba entre las columnas de los pórticos. Zenón sostenía que el sabio debía ser ajeno a la pasión, indiferente al placer o al dolor, y que nadie podía sustraerse a su destino. El filósofo tenía un esclavo que seguía al pie de la letra sus enseñanzas filosóficas.

Un día Zenón lo sorprendió robando, y ordenó que lo azotasen. El esclavo, recordando las lecciones de su amo, tuvo una idea para rehuir el castigo. Dijo al filósofo: “Era fatal que cometiera ese robo”. A lo que Zenón repuso: “También era fatal que te azotasen por ello”.


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