El genio militar de Bolívar en las memorables batallas de Boyacá y Carabobo


Inflexible en su determinación de poner fin al yugo español, inició Bolívar (25 de mayo de 1819) otra de las inolvidables epopeyas de que está repleta su grandiosa carrera militar. A la cabeza de un pequeño ejército de venezolanos reforzado por una legión de ingleses e irlandeses, veteranos de guerras europeas, inició una jornada increíble a través de los Andes para ir en auxilio de Nueva Granada. Abandonó los llanos tropicales, y con aquel ejército libertador se remontó a los helados páramos en la cresta de la cordillera andina. Todos sufrieron calladamente los rigores de la cruel marcha, y al fin llegaron extenuados a las asoleadas sabanas de Nueva Granada, donde les esperaba la triste nueva de que un ejército realista de 5.000 hombres bien armados se aprestaba a cerrarles el paso. Con sólo tres días para prepararse, Bolívar logró hallar armas y caballos, y el 7 de agosto de 1819 derrotó decisivamente al grueso del ejército español en la histórica batalla de Boyacá.

Dos años después (1821) se libró quizá la más formidable batalla de la independencia de América en los campos de Carabobo. Bolívar era el jefe supremo de las tropas republicanas, mientras que las españolas estaban comandadas por Latorre. El choque fue terrible; las defensas españolas fueron destrozadas, y el triunfo de las huestes republicanas aseguró, por decirlo así, la independencia de Venezuela y Colombia.