Santander hace gloriosa campaña con un improvisado ejército


Nació Santander en la Villa del Rosario de Cúcuta el 2 de abril de 1792. Cuando contaba trece años su padre lo envió al Colegio Mayor y Seminario de San Bartolomé, en la capital de Colombia, deseoso de que siguiera la carrera eclesiástica. El 10 de agosto de 1805 vestía Santander la beca roja de los bartolinos, y se consagró al estudio de la filosofía, y luego al de la ciencia del derecho. Pocos días después de sonar el grito de libertad en la tarde gloriosa del 20 de julio de 1810, Santander abrazó la carrera de las armas.

En 1816, Santander, ya coronel de ejército, se hizo fuerte en la región inhospitalaria de los llanos orientales de Colombia. Desde allí salvó la causa de la República, improvisando un ejército con los valerosos hijos del Llano. Durante dos años hostilizó sin cesar al ejército español, que no podía movilizarse en la inmensa llanura, pues todo le faltaba. En Angostura, en el cuartel general de Simón Bolívar, donde se desarrollaba la campaña definitiva, triunfó Santander con su plan estratégico de invadir la tierra colombiana por el Arauca, para llevar luego la guerra al corazón de Venezuela, a Ecuador y a Perú. La movilización se inició en los primeros meses de 1819. Santander rompió la marcha al frente de su heroico grupo de llaneros. Era necesario vencer la cordillera andina, y el único modo di lograrlo era ascendiendo por la región más escarpada hasta una altura de cuatro mil metros. Bolívar encontraba aquello inverosímil: ¡cómo mover la artillería, cómo someter al helado páramo las tropas desnudas procedentes del ardiente llano! Pero Santander, en consejo de generales, logró imponer su voluntad, y así quedó favorablemente decidida la causa de su patria. Vencidas las llamadas Termopilas de Paya, el extenuado ejercito se cubrió de gloria 3n el Pantano de Vargas, donde se dio la más sangrienta batalla de la independencia de Nueva Granada. Vino luego la acción definitiva, la del puente de Boyacá, y mientras Bolívar envolvía al ejército español de Barreiro, Santander coronaba la victoria apoderándose del puente y cortando así a los españoles la retirada hacia la capital. El día del inolvidable triunfo fue el 7 de agosto de 1819.