La vida de un luchador: Domingo Faustino Sarmiento, el maestro de las pampas


Una de las figuras más notables nacidas en la Argentina del siglo pasado fue la del sanjuanino Domingo Faustino Sarmiento (1811-1888), espíritu combativo, personalidad vigorosa y uno de los escritores de genio en la América de habla hispana.

Sarmiento hizo sus primeros estudios en San Juan, su pueblo natal, y adquirió la cultura superior por sí mismo, especialmente por la lectura, que lo apasionó desde niño. Las vicisitudes de la política argentina le impusieron el camino del exilio, y marchó a Chile, donde debió ganar su sustento trabajando como jornalero. Ya mayor, su nombre comenzó a ser conocido en el ambiente periodístico; formó parte de la llamada Comisión Argentina, cuyo cometido era organizar! desde el país limítrofe la guerra contra el gobierno de la Confederación Argentina, desempeñado entonces por Rosas como gobernador de Buenos Aires y jefe virtual del país por delegación expresa de las facultades? de las provincias.

Como educador intervino en la erección del primer instituto chileno para la educación femenina, que funcionó bajo su dirección.

Polemista terrible, sacudió las prensad americanas en sus debates con Andrés Bello sobre cuestiones gramaticales, y luego con Juan Bautista Alberdi sobre asuntos relativos a la política argentina.

Éste tema inspiró también una de las; obras más importantes salidas de su pluma, el Facundo o civilización y barbarie, libro destinado a hostilizar el régimen de Rosas y los caudillos federales, entre los cuales el general Facundo Quiroga fuera uno de los más prominentes. Quiere la tradición que Rosas haya exclamado, al comentarlo: “¡Éste es el ataque más notable que se ha lanzado contra mí!”

Otra de las obras de Sarmiento que alcanzaron difusión es Recuerdos de provincia, en la que refiere anécdotas y recuerdos de su niñez y adolescencia, así como de sus años de madurez; de sus páginas, las más brillantes son las, que se refieren a su madre, doña Paula Albarracín.

Cuando Urquiza formalizó su alianza con Brasil, Uruguay y Paraguay, y se pronunció contra Rosas, Sarmiento se incorporó a las fuerzas con función de “boletinero”, esto es, encangado de la prensa de propaganda de la Alianza. Posteriormente, en la obra Campaña del Ejército Grande, relato de las operaciones, cuenta cómo en la batalla de Caseros, culminación de las mismas, el boletinero cargó! sable en mano contra la artillería.

Disgustado por la política seguida por el sucesor de Rosas, Sarmiento emigró nuevamente; cuando Buenos Aires se separó de la Confederación, regresó y fue senador y ministro de Gobierno, y luego gobernador de San. Juan. Desempeñaba la representación diplomática de la Argentina en Estados Unidos al elegírselo presidente de la República. Durante su gobierno fundó el Colegio Militar, la Escuela Naval, el Observatorio Astronómico y la Escuela Normal de Paraná, la primera de su género en el país. Después de haber ocupado la primera magistratura, no tuvo a menos desempeñar la Dirección General de Escuelas de la provincia de Buenos Aires. Falleció en Asunción del Paraguay el 11 de septiembre de 1888.