A Juan Bautista Alberdi se deben las bases sobre las que se erigió la carta argentina


Juan Bautista Alberdi, nacido en 1810, actuó brillantemente en el Salón Literario y en la Asociación de Mayo, y a fines de 1838 emigró a Montevideo por propia voluntad. Allí trabajó activamente contra Rosas; y fue! secretario del general Lavalle cuando preparaba un ejército para derrocar a aquél; pero disintió con su jefe sobre los fines políticos de la empresa, y partió rumbo a Europa. En el Viejo Continente amplió su cultura filosófica y jurídica; regresó a América y se estableció en Chile, donde abrió estudio de abogado. Allí adquirió cierta notoriedad como escritor y publicó su primer trabajo de envergadura: Memoria sobre el Congreso general americano (1844).

Cuando cayó Rosas, se apresuró Alberdi a escribir un libro orientador qu0 maduraba hacía años: Bases y puntos de partida para la organización política de la República Argentina (1852), y lo envió a Urquiza, sobre quien recaía en ese momento la Responsabilidad de la organización nacional. Bases es una obra trascendental: con ella están identificados el texto y el espíritu de la Constitución qué se sancionó en 1853 y que sirvió para consolidar la unión entre los argentinos y el progreso nacional.

Alberdi polemizó con Sarmiento, publicó después varias obras de gran valor y durante siete años fue representante diplomático de su patria en países europeos y en Estados Unidos de América. Suyo es el mérito de haber obtenido el reconocimiento de la independencia por España. En 1872 fue elegido senador al Congreso por su provincia natal, Tucumán, y después de cuarenta años de ausencia regresó al país.

Septuagenario, asistió a los agitados sucesos de 1880, que culminaban con la federalización de Buenos Aires; y con la rapidez de la juventud (apenas en cuatro semanas) compuso el libro La República Argentina consolidada en 1880, en cuyas páginas saluda la unidad definitiva, lograda con la federalización de la ciudad de Buenos Aires.

Amargado por los ataques de sus enemigos políticos, decidió retirarse a Francia, donde soportó días de espantosas penurias, y falleció en el hospital de caridad de Neuilly, el 19 de julio de 1884.

Alberdi apenas vivió en su patria; sin embargo, ha influido con sus libros, especialmente con Bases, en el pensamiento y en la vida política de sus conciudadanos como pocos argentinos lo hicieran. Su labor no fue de acción, sino de pensamiento, cuya luminosidad sigue orientando aún a los argentinos.