Las tierras de México gozan de un clima acogedor en la mayor parte de su extensión


El trópico de Cáncer atraviesa el centro de la República, por lo que casi la mitad norte del territorio queda situada en la zona templada y la otra en la zona tórrida. Por ello, y por las diferencias de altitud y relieve del suelo, México tiene varios climas: las tierras calientes incluyen el terreno que se extiende a la orilla del mar y parte del borde inferior de las montañas, donde el aire es siempre cálido y la vegetación consiste en palmeras, platanares y cafetales; las tierras templadas comprenden parte de la zona de la mesa central y de las sierras, donde la vegetación es variada y abundante, y las tierras frías abarcan hasta el límite de las montañas más altas.

En la costa del Atlántico, de playas bajas y arenosas, el amplio golfo de México, de aguas más calientes que las del Pacífico, forma una concavidad ovalada en la que abundan los arrecifes y las barras formadas en las desembocaduras de los ríos; la península de Yucatán avanza en el mar formando, con la de la Florida, una inmensa entrada.

Los puertos más importantes en el Atlántico son: Veracruz, el de mayor movimiento internacional; Tampico, Tuxpan y Coatzacoalcos, centros de exportación petrolera, y Progreso, principal puerto desde donde se exporta el henequén. El comercio exterior, tanto de importación como de exportación, se realiza principalmente a través de estos puertos con Estados Unidos, Francia, Alemania, España, Italia, Suecia y Suiza. En el litoral norte del Pacífico, de altos acantilados y numerosos golfos y bahías, la península de Baja California, larga y estrecha faja de tierra, continuación de la cadena montañosa costera de los Estados Unidos, está separada en su mayor parte del territorio mexicano por el golfo de California o mar de Cortés.

Los puertos principales del Pacífico son: Ensenada, Guaymas, Mazatlán, Manzanillo, Salina Cruz y Acapulco, puerto natural y uno de los más famosos centros turísticos del mundo.