José Hipólito Unaune: una vida al servicio del Perú y de su cultura


La larga vida de don José Hipólito Unanue estuvo siempre a disposición de su patria y de la cultura. Como estadista, literato, médico y matemático, se lo vio siempre al frente de toda empresa patriótica o cultural que urgiera realizar en el Perú. Aunque ingresó durante la niñez en el seminario de Lima, abandonó durante su juventud los estudios eclesiásticos para dedicarse a los de medicina. Después, como profesor de la escuela de medicina de la universidad virreinal, fundó el Anfiteatro anatómico, y alcanzó la máxima autoridad en su profesión al ser designado protomédico del virreinato. Fundó la Escuela de Medicina de San Fernando, donde puso de manifiesto su ciencia pedagógica, que habría de exponer en su obra intitulada Ensayos para la educación de la juventud.

Empero, si su actuación en el campo de la cultura resultó en verdad sobresaliente, no lo fue menos el ardor con que abrazó la causa de la independencia americana, para la que venía trabajando silenciosamente al acercarse el fin de la primera década del siglo xix. Muchos manifiestos de los que los agentes del virrey secuestraron entonces, salieron de las manos del protomédico mayor del virreinato. Y cuando el día de la libertad peruana fue proclamado por el general San Martín, Unanue ocupó a la vera del Libertador destacada posición de consejero y ministro de Estado; intervino en la redacción del Estatuto de Gobierno que el protector San Martín promulgó para la nueva nación soberana, y presidió después el Congreso Constituyente peruano. Retirado San Martín, Unanue prosiguió bajo la influencia del general Bolívar su obra en pro de la definitiva instauración de las instituciones patrias, ocupando siempre los más altos puestos de la República. La mayor parte de su obra científica se halla entre las páginas del famoso Mercurio Peruano, publicación periódica, política, científica y literaria que vio la luz en la Ciudad de los Reyes durante la segunda mitad del siglo xviii, y que alcanzó notable difusión en los países europeos. La figura de Unanue ha sido recordada con la veneración que merecen los padres de la patria por las generaciones que le sucedieron, y así es como en nuestros días los jóvenes peruanos encuentran en el ejemplo nobilísimo de su vida un constante ideal de superación.