La industria minera ha avanzado notablemente en el presente siglo


Puede sostenerse que a todo lo largo de los Andes es posible hallar minerales metálicos; pero el corazón de la riqueza peruana de ese orden se halla en la zona al sur de Caja-marca, la antigua capital de Atahualpa: los actuales departamentos de La Libertad, Ancash, Huánuco y Junín, y las serranías de Lima y Huancavélica. Empero, su explotación se torna difícil por la abrupta configuración del terreno.

En lo que va del siglo, la industria minera, tanto la propiamente extractiva como las derivadas, ha avanzado notablemente, como consecuencia, entre otros factores, del adelanto de las vías de comunicación, del establecimiento de modernos hornos de fundición, la promulgación del nuevo Código de Minería y la creación de instituciones de crédito bancario aplicables a dicho orden de actividades.

Se trabajan ya nuevos yacimientos cuyo aprovechamiento crece cada día: de cadmio, de indio y de arsénico, entre los más importantes.

Un 60 % del valor total de las extracciones mineras peruanas es producido y exportado por grandes consorcios extranjeros; un 30 % por fuertes compañías nacionales, y sólo un 10 % por pequeñas empresas privadas. La casi totalidad de la producción se exporta al exterior, en barras.

El trabajo de minería es uno de los aspectos más dramáticos de la labor humana; el que en él gana su sustento sabe de angustia, de muerte, de catástrofes; y cuando la justicia no está bien repartida, sabe también de explotación y de miseria. En este trabajo, el hombre peruano ha escrito un capítulo de historia, de grandeza y de gloria; pero también ha sabido de dolorosa servidumbre. Casi mil años hace que las minas de los Andes conocen la mano del hombre, que les ha arrancado sus entrañas, cavando cada vez más hondo, ayer al sólo impulso del músculo, hoy empleando palas de vapor o eléctricas.

Desde las encomiendas de la época colonial al Código de Minería de la actual república, mucho se ha andado en Perú en materia de legislación minera, afortunadamente, en sentido progresista y humanitario. En el que se promulgó en el año 1950 se procuró ofrecer garantías para acelerar la inversión de capitales y lograr en breve plazo una explotación más activa de los recursos del subsuelo.

El Perú ocupa el tercer puesto entre los países sudamericanos productores de oro; el cuarto lugar en el mundo como exportador de plata y el primero en América; los yacimientos cupríferos de Toquepala se encuentran entre los diez más importantes del universo; la producción de cinc equivale a la de los dos tercios de la continental: el 80 % de ella proviene de las sierras centrales. La explotación de este metal es una de las más recientes, ya que se inició en 1934.

Ya dijimos que esta república es uno de los principales productores mundiales de bismuto, y el principal de vanadio. Este metal, que pertenece junto con el tungsteno, el manganeso y el molibdeno al grupo de los llamados metales ferrosos, proviene casi en un 80 % de la producción mundial de una sola mina, la de Minasragra, propiedad de la "Vanadium Corporation of America.