Acontecimientos de la historia colombiana en el siglo XX


Por espacio de cuarenta años, hasta 1930, gobernó el partido Conservador, llevado al triunfo en 1886 por los pensadores Rafael Núñez y Miguel A. Caro. Son dignas de recuerdo las administraciones de Rafael Reyes, José Vicente Concha y Pedro Nel Ospina. En 1930 el partido Liberal ocupó el poder con el prestigioso mandatario Enrique Olaya Herrera, quien impulsó el país por caminos de progreso en todos los campos de la actividad; se adoptaron reformas económicas como las propuestas por la misión financiera estadounidense, presidida por el profesor Kemmerer, de la Universidad de Princeton; se rebajó la tasa en los intereses de los préstamos entre particulares, se fundó el Banco Central Hipotecario, se dio impulso a las exploraciones petrolíferas y se iniciaron reformas en la educación pública.

El conflicto internacional suscitado por la ocupación del puerto colombiano de Leticia por tropas peruanas desarrolló el ejército, acrecentó la aviación militar y fomentó la marina.

Para el período de 1934 a 1938, fue elegido el doctor Alfonso López, quien prosiguió las grandes reformas nacionales. Le sucedió el doctor Eduardo Santos (1938-1942), en cuya época la instrucción pública alcanzó gran desarrollo.

El antiguo litigio de fronteras con Venezuela, única cuestión de límites pendientes en Colombia, fue arreglado definitivamente. En la segunda Guerra Mundial, Colombia suspendió las relaciones diplomáticas con las naciones del Eje en 1941 y, posteriormente, declaró el estado de beligerancia contra Alemania.

En 1942 ocupó nuevamente la presidencia el doctor Alfonso López, que dejó el poder antes de la conclusión de su mandato. Fue reemplazado por el doctor Alberto Lleras Camargo, quien gobernó con general beneplácito de la Nación.

En 1946, fue elegido presidente el ingeniero Mariano Ospina Pérez, conservador, mientras que en el Congreso predominaba la mayoría liberal. En 1948, durante la celebración en Bogotá de la Conferencia Internacional de Estados Americanos, estallaron graves disturbios, que causaron grandes pérdidas de vidas y haciendas, originados por el asesinato del político liberal Jorge Eliecer Gaitán. Con intermitencias, siguieron ocurriendo perturbaciones políticas, que se exacerbaron en el período electoral de 1949, a cuyos comicios no asistió el partido Liberal, y en los que fue elegido presidente el doctor Laureano Gómez, conservador, quien, poco después, cayó gravemente enfermo, por lo que, en 1951, fue designado el doctor Roberto Urdaneta Arbeláez para actuar como presidente durante la enfermedad de aquél. El 13 de junio de 1953, habiéndose encargado nuevamente del poder el doctor Gómez, el ejército dio un golpe de estado y el general Gustavo Rojas Pinilla ocupó la presidencia como Jefe Supremo de la Nación. La Asamblea Nacional Constituyente lo confirmó en el cargo, al que tuvo que renunciar ante una revolución, en mayo de 1957. El país fue gobernado por una junta militar hasta el año siguiente en que se eligió como presidente constitucional al doctor Alberto Lleras Camargo, del partido liberal.