El siglo XX y sus varios problemas: Chile y la primera guerra mundial


Germán Riesco ocupó la presidencia en 1901 y Pedro Montt en 1906. Para entonces inicióse en el país un período de gran malestar social. Hubo en 1905 huelgas motivadas por el alza desproporcionada en el costo de la vida; en 1906 se agravó la situación a causa de un terremoto que hizo estragos en Valparaíso y Santiago, las dos ciudades principales del país. Estos dos factores, acentuados por la crisis económica de 1907, afectaron grandemente a la industria y por consiguiente a la nación.

En 1910 fue elegido Ramón Barros Luco, y en 1915 Juan Luis Sanfuentes. La guerra ardía en Europa, pero Chile se mantuvo neutral. Gozó además el país de esa prosperidad artificial de que gozan los neutrales en tiempos de guerra, debido a las extraordinarias necesidades de los beligerantes; e igualmente, terminada la contienda, tuvo su época de estancamiento y de difícil reajuste. Este estado de cosas se comprenderá mejor al recordar que los nitratos, que se usan en la fabricación de explosivos y como abono en la agricultura, son la principal fuente de riqueza del país, y que también se produce mucho cobre. Naturalmente, al terminarse las hostilidades, la demanda comenzó a disminuir, lo cual tuvo un efecto deprimente sobre la actividad comercial del país.

En 1925 fue nuevamente modificada la Constitución chilena. Por ella el presidente de la república ejerce el poder ejecutivo, elegido por el pueblo por un período de seis años, y no puede ser reelegido sino después de pasado un período. El poder legislativo reside en un Congreso compuesto por dos cámaras. El sufragio es universal para ciudadanos mayores de veintiún años, que sepan leer y escribir; este derecho se hizo extensivo a las mujeres en el año 1949.