En el cabildo abierto del 22 de mayo expuso Juan José Castelli los fundamentos de la revolución


Los representantes de la Corona sostuvieron que nada de lo ocurrido en la Península daba motivo para variar el gobierno del virreinato; pero dicha argumentación fue rebatida por el doctor Juan José Castelli, quien afirmó la caducidad del rey y del Estado español, y, consiguientemente, el derecho de los pueblos de la Península y de América hispana de proveer a su seguridad, en uso de la soberanía retrovertida a ellos por imposición de las circunstancias. Sostuvo, específicamente, la caducidad, de los poderes del virrey Hidalgo de Cisneros, tesis que triunfó en la votación que siguió a la discusión; además, se facultó al Cabildo para asumir interinamente el gobierno hasta que se constituyera la Junta en la que el pueblo depositaría su soberanía. Este último paso quedó cumplido el 25 de mayo, día en el que el pueblo, reunido en la plaza Mayor, aclamó al primer gobierno patrio, presidido por el coronel del regimiento de Patricios, don Cornelio Saavedra.