Zeus destronó a Cronos y se convirtió en nuevo señor del Olimpo


Como estaba previsto, Zeus destronó a Cronos y se convirtió en señor del Olimpo, pero antes tuvo que vencer, con ayuda de los Cíclopes y los Centimanos, a los Titanes, que le hicieron la guerra para reconquistar sus derechos al trono; a los Gigantes que, en número de cien, le dieron gran trabajo, y a Tifoeo, hijo de Gea y de Tártaro.

Después de estas guerras, cuyos pasajes y personajes dieron origen a numerosos mitos, tales como los de Prometeo, Pandora, Deucalión y Pirra, etc., se afirma definitivamente la supremacía de Zeus en el Olimpo.

Júpiter (Zeus), hijo de Saturno y Rea, fue el rey de los dioses y de los hombres. Habitaba en el Olimpo y con su gesto podía estremecer al mundo. Salvado de la crueldad de Saturno por su madre, Júpiter fue confiado al cuidado de pastores y alimentado con leche de cabras: de la cabra Amaltea, según el mito. Se casó con Juno y fue considerado como el jefe supremo. El jueves (en latín Jovis dies, y jeudi en francés) fue el día consagrado a Júpiter. El rey de los dioses es representado generalmente como un hombre poderoso sentado en un trono; con su mano derecha sujeta los rayos y con la izquierda la Victoria. Su cetro es un águila.

Juno (Hera) es la reina de los cielos. Presidía los matrimonios y los nacimientos. Se la representa por una majestuosa matrona portando un cetro o una corona; un pavo real, llamado Argos, aparece siempre junto a ella. En Roma se llamaba a su festival las “Matronales.”

Minerva (Atenea) fue la diosa de la Sabiduría, las Ciencias y el Arte. Era famosa por su disputa con Neptuno, en relación con la ciudad de Atenas, a la que, al fin, se le puso su nombre. Esta diosa era la favorita de Júpiter, y éste le concedía todo lo que deseaba. Todo lo que prometía a los mortales se cumplía infaliblemente. Atenas levantó el famoso Partenón en su honor, para el cual Fidias talló su estatua en oro y marfil. Según los diferentes caracteres en que aparece, Minerva sujeta una rueca, una lanza, un casco o una rama de olivo. El búho y el gallo siempre están junto a ella.

Vesta (Hestia) fue la diosa del fuego. Su nombre significa “hogar y casa”. Desde los remotos tiempos de Asia y Grecia, su misión consistía principalmente en mantener vivo el fuego a ella consagrado, y en Roma esta sagrada misión le fue encomendada a las vírgenes que, por ella, fueron llamadas Vestales. Esto era tan importante que si alguna dejaba apagar este fuego, debía morir invariablemente, siendo con frecuencia enterradas vivas. Vesta siempre aparece ataviada con un vestido blanco, cubierta con un manto púrpura y sosteniendo una lámpara o antorcha.

Apolo (Febo), hijo de Júpiter, nació en la isla de Délos. Expulsado del Olimpo, se refugió en la corte del rey Admeto y vagó por la Tierra largo tiempo, hasta que Júpiter le encomendó esparcir la luz sobre el Universo. De este modo Apolo condujo la carroza del Sol, gozando de eterna juventud. Apolo es también el dios de la Música, la Medicina y la Poesía. Generalmente se lo representa con un arco, cuyas flechas simbolizan los rayos del Sol.

Diana (Artemisa), hija de Júpiter y hermana gemela de Apolo, tenía diferentes atribuciones. Sobre la Tierra, era la diosa de los bosques y la caza; en el cielo era Febe (Selene), diosa de la Luna; en las regiones inferiores era Hécate. Fue adorada especialmente por las doncellas. Esta Diana era bastante distinta a la deidad de origen asiático. En Éfeso estaba el más famoso templo de Diana, una de las siete maravillas del mundo antiguo. Diana ha sido generalmente representada con los pies desnudos, en traje de caza, con una aljaba sobre sus hombros o una simbólica media luna sobre la frente.

Ceres (Démeter) enseñaba a los mortales a labrar los terrenos, a sembrar, cosechar y hornear. En Grecia su más famoso templo fue el de Eleusis, donde los misterios eran regularmente representados para la gloria dé las diosas. Es representada como una acomodada matrona, adornada con una corona de espigas, como símbolo de fecundidad.

Vulcano (Hefaistos), hijo de Júpiter y Juno, era feo, deforme y cojo, pero el más industrioso de todos los dioses. Hacía toda clase de trabajos: para las diosas, joyas; centellas para Júpiter y armas para Aquiles. Vulcano fue el dios del bronce, del hierro, del oro y de la plata. En sus estatuas, Vulcano, padre de los herreros, sujeta un martillo en su diestra y unas pinzas en la mano izquierda. Los poetas colocan su morada en una isla cubierta de rocas, por las cúspides de las cuales brotan llamas y humo. Esta idea ha originado la palabra volcán!

Mercurio (Hermes) mensajero de los dioses, era otro hijo de Júpiter; dios de los viajeros, de los comerciantes y aun de los pordioseros. Gran hablador que estaba enterado de todo, presente en dondequiera y siempre listo a prestar una ayuda, desempeñó un papel muy importante en el Olimpo así como sobre la Tierra. En las estatuas, su gorro y sus pies están adornados por unas pequeñas alas como prueba de su agilidad; lleva una bolsa, como emblema del comercio, y otras veces su famosa varilla enlazada con serpientes, como símbolo de su mágico poder. Los miércoles (Mercurii dies en latín y mercredi en francés) eran consagrados por los antiguos a Mercurio.

Neptuno (Poseidón), hijo de Saturno y hermano de Júpiter y Plutón,. era el dios del mar, de los ríos y de las fuentes. Se lo representa de pie sobre un carro formado por conchas-marinas, tirado por cuatro delfines o. cuatro caballos marinos. Lleva en la frente una diadema y en la mano un tridente, emblema de su triple poder.

Marte (Ares) era el dios de la guerra. Aunque no invencible, Marte siempre estaba acompañado de Victoria. Sobre los antiguos edificios aparece con algo así como un traje distintivo de un hombre fuerte armado con casco, pica y escudo. Los martes (en francés mardi, del latín Martis dies) estaban consagrados a él.

Venus (Afrodita) es la diosa que preside los placeres del amor así como su hijo Cupido (Eros), los matrimonios y nacimientos, y especialmente los asuntos amorosos. Venus fue muy renombrada por el premio que le otorgó Paris por su belleza, superior a la de Juno y Minerva. Venus es la belleza, la juventud y la gracia. A veces sus pies descansan en una concha; otras, aparece sentada en una carroza tirada por dos cisnes. Muchos escultores han tratado de esculpir estatuas de Venus. La mejor es la encontrada en Milo en el año 1802, y actualmente el más grande y singular tesoro del Museo del Louvre en París. "Viernes (en francés vendredi, del latín Veneris dies) es su día.