Cómo se extrae el petróleo de las entrañas de la tierra


Encontrar petróleo es difícil, pero numerosas ramas de la ciencia coadyuvan a esta importante tarea. La Sismología o estudio de los terremotos; la Geología, que se ocupa del conocimiento de la corteza terrestre; la Paleontología o estudio de la formación de la Tierra; la Cartografía, que tiene por objeto la construcción de mapas; la Química e incluso la Bacteriología, que se dedica al estudio de los gérmenes, son valiosas ciencias auxiliares para los científicos consagrados a la búsqueda de nuevos campos de petróleo. Probablemente, la mayor contribución de la ciencia a la localizacion de nuevos pozos petrolíferos la representa un modelo especial de sismógrafo. La forma de utilizarlo es la siguiente: se hace una pequeña perforación en el terreno donde se sospecha la existencia de petróleo; se coloca en ella una pequeña carga de explosivo y se procede a su voladura. La onda sonora creada no se desplaza por el interior de la Tierra a velocidad uniforme, sino con arreglo a la naturaleza de las capas que atraviesa: arena, piedra caliza, roca dura, etc. Desde estas diferentes capas parten hacia la superficie ecos que son registrados por el aparato, y que debidamente interpretados facilitan la localizacion de depósitos de aceite mineral.

Sacar petróleo de las entrañas de la Tierra, una vez localizado, es empresa más fácil que extraer carbón. En efecto, en el caso del carbón tenemos que practicar un pozo muy grande y bajar a las negras profundidades para elevar a la superficie el pesado mineral. En el caso del petróleo taladramos un agujero pequeño y lo bombeamos, o bien dejamos que la presión natural, si existe, lo eleve hasta la superficie.

Hay muchas maneras de efectuar esta perforación, pero el método más moderno y eficiente es el rotativo. Se construye primero una armazón piramidal de acero o de madera, llamada “torre”, de unos veinte o treinta metros de altura, que sirve para sostener la maquinaria necesaria para mover un taladro rotatorio que trabaja como el berbiquí de los carpinteros, y que va entrando en la roca como éste en la madera. Es muy rápido en su trabajo, pues completa la perforación en unas cuantas semanas.

Los pedacitos pulverizados de roca que va cortando, son arrastrados, según desciende la herramienta, por medio de un chorro de agua a presión que los saca del agujero. Al salir este fango a la superficie se revela la naturaleza de la roca a través de la cual está pasando la herramienta cortadora. El agujero que practica el taladro se forra con una tubería de hierro. Un pozo de petróleo es, por lo tanto, un tubo fino y largo de hierro que atraviesa la roca hasta llegar al estrato que lo contiene.