El montaje de la capellada es una de las tareas más difíciles


Cosido el corte o capellada a la horma, el calzado está a punto para ser “montado” en la suela. Esa es una de las tareas más importantes y difíciles, porque del éxito de esta operación dependen la presentación y la comodidad del zapato. El corte pasa entonces a la máquina de montar formas, donde unas tenazas terminan de ajustado a la horma, sin el menor pliegue o arruga. Hecho el ajuste, la máquina cose la plantilla, que estaba clavada con tachuelas, las que se retiran concluido el montaje. Enseguida se separa el exceso de recorte de cuero con otra máquina especial, denominada de aparar cortes.

Al calzado puede ahora aplicársele la vira; se cose ésta por el lado externo a la hendidura abierta en la plantilla, de modo que la aguja curva atraviese el ángulo o corte de la vira, lo que liga firmemente entre sí suela, vira y plantilla; la vira sobresale del calzado. Luego de esta operación, el sobrante de material, en las orillas del corte y de la vira, es golpeado por medio de un martillo mecánico que adapta, iguala y ajusta.