Un león que salvó la vida de su propio domador


Los leones cazados de cachorros se dejan domesticar, siendo fácil enseñarles diversas habilidades. Se ven con frecuencia leones amaestrados en los circos y casas de fieras, donde hay personas bastante insensatas para dar esa clase de espectáculos, con peligro de su vida. Pues, si bien esos animales obedecen a su domador, matarían a cualquier otro individuo que se atreviese a entrar en la jaula. Ocurrió hace pocos años, en París, un caso terrible, en una función de cierto circo que tenía una gran jaula de leones- El domador daba una representación en la cual intervenían diecinueve leones; seis de entre ellos habían sido domesticados por él, pero los trece restantes, aunque también estaban adiestrados, no lo conocían. En el momento de entrar en la jaula, resbaló; uno de los leones que no lo conocían se abalanzó sobre él, derribándolo; los demás se le echaron al punto encima, y empezaban ya a morderlo, lo que significaba que en pocos segundos iba a ser despedazado.

Entonces sucedió una cosa admirable: el más grande de todos los leones se lanzó sobre los que habían atacado al domador, y arremetió contra ellos con toda su fuerza. Era el león preferido de su dueño, y combatió con tanta bravura para salvarle la vida que, a pesar de sufrir serias mordeduras, consiguió tener a raya a los demás y dio tiempo a que los ayudantes abrieran la puerta de la jaula y se llevasen al domador. Éste se hallaba gravemente herido y estuvo nueve meses en un hospital antes de poder andar, pues la mordedura del primer león le había roto una pierna. Ya recuperado, volvió a dar espectáculos con el león al que, sin circunloquios cabe decir, le debía la vida.