La paloma que ha dado origen a las diversas especies que se conocen en el presente


La paloma zurita tiene unos 33 centímetros de largo, y plumaje que suele presentar escasas variaciones. Las crías machos se parecen al padre, y las hembras, a la madre. Su color es gris azulado, de tono más oscuro que el de la paloma mensajera azul; en las alas tiene dos anchas rayas negras que resaltan sobre el fondo del mencionado color. El cuello de esta paloma ofrece hermosos reflejos azules y morados. Puede decirse que en su mayoría el cuello de las palomas, sean domésticas o silvestres, es comparable al del pavo real en lo tocante a la belleza del plumaje.
Entre las especies maericanas silvestres podemos mencionar: la paloma de frente blanca, que se encuentra desde Texas hasta Argentina; la paloma inca, que es pequeña y tiene las plumas, de color gris, colocadas en forma tan imbrincada que parecen escamas; y la paloma plañidera, de América del Norte, de tono castaño grisáceo con ambos lados del cuello violeta y rosado. Esta paloma es muy abundante y vive en la vecindad de la habitación humana, donde se oye con frecuencia su triste arrullo.