De qué modo singular, los pájaros transportan las semillas a través del mar, y transforman las islas desiertas


A este propósito, conviene mencionar una de las particularidades más notables que presenta la vida de los pájaros. Las cosechas que recoge el hombre han sido muchas veces sembradas por aquellos. Islas ha habido, del todo estériles, que se han cubierto de vegetación gracias a las simientes transportadas por los pájaros. No es que emprendan deliberadamente un viaje a fin de sembrar granos, pero en el transcurso de las migraciones que realizan anualmente los transportan de una región a otra. La fruta que comen encierra semillas que podrán crecer una vez expelidas. Claro está que no sucederá esto si han sido digeridas por el animal, pero siempre que no hayan sido trituradas, ni hayan sufrido ningún deterioro, conservarán la facultad de germinar cuando se depositen en el suelo de los países visitados por el pájaro.

En estas peregrinaciones, los pájaros, a impulsos del viento, suelen desviarse de su camino y detenerse a descansar en las islas que encuentran, y de este modo depositan allí las semillas. También puede ocurrir el mismo caso en una forma algo más complicada, como cuando algún pájaro es devorado, durante el transcurso de su migración anual, por un halcón u otra ave de rapiña, teniendo todavía dentro del buche alimentos sin digerir, tragados antes de emprender el vuelo. El halcón tal vez lo engulle todo; pero si hay algo que no se adapta a su estómago lo arrojará junto con las plumas, y de este modo las semillas irían a parar al suelo, como anteriormente. Hay pájaros que en un día recorrerán quinientos kilómetros con semillas en el buche; y el ave de rapiña, después de haber devorado al pájaro, salvará a su vez grandes distancias antes de posarse.