Las tijeretas que devoran los cadáveres de sus congéneres


También es caníbal la tijereta, aunque lo duden ciertos naturalistas. Si por la noche muere alguna tijereta en un lugar frecuentado por sus congéneres, no tardarán en rodear el cadáver media docena de esos insectos y en devorarlo como si en el mundo no existiera otro alimento. Las tijeretas, según parece, se nutren principalmente de insectos. Por lo regular no suelen penetrar en las habitaciones como lo hace la cucaracha; generalmente se encuentran escondidas entre las flores; la dalia es una de las que prefieren; ocultan la cabeza dentro del cáliz, y muestran sólo las pinzas para espantar a sus enemigos.

La cucaracha hembra pone sus huevos en unos lindos cañutillos, de materia córnea, y luego no se cuida de los pequeñuelos. La tijereta hembra, por el contrario, es una madre afectuosa, que cuida de sus hijuelos como una gallina de los suyos. Se observa que las tijeretas suelen dejarse caer muy de prisa al suelo en cuanto hay algo que las asusta, o si desean trasladarse al piso de una habitación desde el techo en donde descansaban.