¿Qué es y de qué se halla formada la luz?


La luz ha sido, desde tiempo inmemorial, uno de los fenómenos físicos que más ha dado que pensar a los sabios y que más dolores de cabeza les ha causado: ¿qué es?, ¿cómo se mueve?, y muchos otros interrogantes pusieron a prueba el ingenio de los físicos durante centurias. Hasta Galileo, por ejemplo, se creía que la luz se trasladaba en el espacio con velocidad infinita. Este genio italiano del Renacimiento afirmó que no podía ser así y que la luz debía emplear cierto tiempo en ir de un lugar a otro; desgraciadamente los procedimientos de que se disponía en aquella época no eran capaces de demostrar científicamente esta afirmación. Hoy sabemos, sin embargo, que este hombre genial tenía razón: la luz se mueve con cierta velocidad, aunque esa velocidad sea portentosamente grande, tal como ¡trescientos mil kilómetros por segundo!

Y luego: ¿qué es la luz?, ¿de qué está formada?, ¿es un chorro de partículas infinitesimales?, ¿es un movimiento ondulatorio como el sonido? Estas interrogaciones subsisten, en cierto modo, hasta hoy. En una época, Newton había afirmado que la luz estaba formada, en efecto, por partículas pequeñísimas lanzadas a gran velocidad. Esta teoría fue desechada más adelante por diversas razones; se admitió, entonces, que era un fenómeno ondulatorio. Hoy, sin embargo, se ha vuelto en parte a la teoría newtoniana y se admite que la luz es a la vez un conjunto de partículas diminutas y de ondas.