¿Por qué se sostienen y elevan los globos en el aire?


La respuesta a esta pregunta es semejante en un todo a la que dimos al explicar por qué flotan ciertos cuerpos en el agua. Conviene recordar nuevamente que el aire es una cosa real. Si no existiese el aire, los globos caerían como las piedras; del mismo modo que si suprimiésemos el agua de los mares, los peces caerían al fondo. Los objetos flotan en las aguas del mar o en su superficie, porque su peso es menor que el volumen de agua que desalojan. Es cuestión de densidades. Los objetos menos densos propenden siempre a colocarse encima de los que lo son más, y los gases y los líquidos siguen la misma regla. Si vertemos agua caliente y fría en un baño o en un vaso, esta última se irá al fondo y flotará la caliente, porque el agua caliente es menos densa que la fría. Los gases proceden de un modo absolutamente semejante. El aire caliente, colocado en medio del aire frío, hace lo que el agua caliente dentro de la fría: sube.

Si encerramos el aire caliente dentro de una envoltura muy liviana, ésta será arrastrada por él en su movimiento ascendente. Los primeros globos se construyeron con arreglo a este principio. Dos hermanos franceses hicieron globos de seda y lino, y los llenaron de aire caliente y humo; y después de haber logrado remontar algunos con animales, persuadieron a varios hombres para que hicieran el mismo experimento. La razón de este fenómeno es que el aire caliente es menos denso que el frío y, por lo tanto, más liviano.