¿Por qué nos quedamos dormidos?


Es difícil contestar a esta pregunta de un modo demasiado categórico. La verdadera razón debe de ser, porque, durante la vigilia, se desarrollan en nuestro organismo ciertas toxinas que, al ser transportadas por la sangre al cerebro, lo adormecen, de la misma manera que nos adormece una droga; y claro está que no existe mejor droga para esto que la que elaboramos en nuestro propio cuerpo. La respuesta no parece del todo satisfactoria, pero se aproxima a serlo.