¿A dónde iríamos si fuésemos despedidos de la Tierra?


La mejor manera de imaginar cómo podríamos ser despedidos de la tierra, sería suponer que alguna otra fuerza se opusiese a la de atracción, destruyéndose ambas. Si esto pudiera darse y saltásemos dentro de casa, tocaríamos con la cabeza en el techo; saltando fuera de ella, nos lanzaríamos directos hacia el espacio, recomendó un largo camino en que la resistencia del aire, nos obligaría a movemos cada vez más despacio, hasta que, al fin, nos detendríamos en una región completamente fría. Pero supongamos que no sólo cesa la tierra en su atracción, sino también el aire en su acción de resistencia, entonces al menor salto que diéramos nos remontaríamos indefinidamente por el espacio.

Esta es la única manera como podríamos caer de la tierra. Si saltásemos con la misma oportunidad con eme fue disparado el cañón de Julio Verne, podríamos viajar hacia la luna, hasta llegar a una distancia suficiente para ser atraídos por ella, en la cual caeríamos por necesidad, con tal ímpetu, que moriríamos estrellados, máxime no teniendo la luna aire que suavizase la calda.

De no suceder esto, iríamos a parar al sol; así como si la tierra cesase de moverse alrededor de ese astro, en el mismo momento caeríamos en él. Otras muchas cosas nos sucederían: si, por ejemplo, cesase la atracción de la tierra, podríamos dar vueltas y más vueltas alrededor de ella, como si fuésemos una segunda luna, pues ya sabemos que en realidad la luna se desprendió de la tierra en sus orígenes, empezando entonces su movimiento alrededor de ella.