¿Por qué no se interpone la Tierra en el camino que siguen los otros planetas?


Sabemos que la Tierra, así como los restantes planetas, están mantenidos en sus órbitas respectivas por la atracción del Sol; de suerte que, como ninguno de ellos puede salirse de ella, no es posible que se interpongan en el camino que siguen los demás. Pero si algún otro cuerpo celeste penetrase en sus órbitas, podría ocurrir un choque entre él y la Tierra u otros planetas. Esto sucede algunas veces. Los cometas, que son, en cierto modo, mundos independientes, aun cuando muy pequeños, penetran algunas veces en el sistema solar, atraídos por el Sol, y son separados de sus trayectorias por la influencia de algún otro planeta.

Júpiter es un planeta gigantesco y se halla más lejos del Sol que la Tierra; por eso suele interponerse en la órbita de algunos cometas, y al contrario. Júpiter ha podido apresar de este modo varios cometas y, si no los ha apresado realmente, los ha hecho mudar de dirección, como sucede con nosotros cuando alguien se nos pone delante. Es muy posible que alguno de los satélites de Júpiter haya sido apresado de este modo. Es probable que fuesen mundos independientes hasta que se acercaron demasiado al gigantesco planeta, que los apresó y obligó a girar en torno de él. También es muy posible que la Tierra apresase de igual manera a la Luna, por haberse interpuesto en su camino; pero es más probable que aquella formase parte de nuestro planeta.