¿Por qué se apaga el fuego?


La lumbre del hogar, o cualquiera otra cosa que esté ardiendo, se apagará si se le quita la provisión de aire y oxígeno que debe tener para su alimento, o bien si dicha provisión es tan escasa que el combustible arda por dicha causa con tan poca intensidad que no produzca el calor suficiente para quemar el carbón, u otra materia cualquiera, y mantenerlo a la temperatura a que es capaz de combinarse con el oxígeno; y también un fuego cualquiera se apagará, indudablemente, si no queda combustible que pueda arder. Cuando el fuego del hogar se apaga por sí solo, como tantas veces ocurre, queda todavía en el fogón bastante material combustible y hay todavía en la habitación gran cantidad de aire; pero lo que sucede, entonces, es que no basta la corriente del cañón de la chimenea, y el aire de la cocina o aposento no ejerce su acción sobre el carbón que hay en el hogar con bastante fuerza para alimentarlo. El aire penetra en el fuego casi enteramente desde abajo, y tal vez haya en el fogón demasiada ceniza que le impide la entrada por el enrejillado; entonces no puede pasar por el carbón. El fuego, en este caso, se extingue por sofocación, por falta de aire. Si quitamos la ceniza el fuego seguirá ardiendo, lo cual demuestra que aquél es indispensable.