LIMOSNA - Iván S. Turguenev


Es realmente conmovedor, a la vez que edificante, el bello pensamiento con que termina esta poesía de Iván S. Turguenev (1818-1883), novelista y poeta ruso, uno de los que mejor han pintado la vida y los tipos populares de su país.

Pobre, astroso, desvalido,
Con acento dolorido,
De mis pasos yendo en pos,
Pidióme un débil anciano
Tendiendo la sucia mano
¡Una limosna por Dios!

Al oír su voz plañidera
Sentí compasión sincera
Y lo quise remediar;
Mas no llevaba conmigo
Nada que decir al mendigo
Para su hambre mitigar.

-Perdón, no llevo dinero-
Dije al pobre pordiosero;
-Perdón, amigo, perdón.-
Y, tendiéndole la mano,
Estreché la del anciano
Con ternura y emoción.

-Gracias -clamó el indigente
Suspirando dulcemente;-
Gracias por vuestra bondad.
Darle la mano a un mendigo
Y tratarle cual amigo
Es limosna y caridad.