Parte 4


Allí también deberes
Hay que llenar; cerrad, cerrad las hondas
Heridas de la guerra: el fértil suelo.
Áspero ahora y bravo,
Al desacostumbrado yugo torne
Del arte humana y le tribute esclavo.
Del obstruido estanque y del molino
Recuerden ya las aguas el camino:
El intrincado bosque el hacha rompa,
Consuma el fuego: abrid en luengas calles
La oscuridad de su infructuosa pompa.
Abrigo den los valles
A la sedienta caña;
La manzana y la pera
En la fresca montaña
El cielo olviden de su madre España;
Adorne la ladera
El cafetal; ampare
A la tierna teobroma en la ribera
La sombra maternal de su bucare:
Aquí el vergel, allá la huerta ría....
¿Es ciego error de ilusa fantasía?
Ya dócil a tu voz, agricultura,
Nodriza de las gentes, la caterva
Servil armada va de corvas hoces;.
Miróla ya que invade la espesura
De la floresta opaca; oigo las voces;
Siento el rumor confuso, el hierro suena;
Los golpes el lejano
Eco redobla; gime el ceibo anciano,
Que a numerosa tropa
Largo tiempo fatiga:
Batido de cien hachas se estremece,
Estalla al fin, y rinde el ancha copa.
Huyó la fiera; deja el caro nido,
Deja la prole implume
El ave y otro bosque no sabido
De los humanos, va a buscar doliente...
¿Qué miro? Alto torrente
De sonorosa llama
Corre, y sobre las áridas ruinas
De la postrada selva se derrama.
El raudo incendio a gran distancia brama
Y el humo en negro remolino sube,
Aglomerando nube sobre nube.
Ya de lo que antes era
Verdor hermoso y fresca lozanía,
Sólo difuntos troncos,
Sólo cenizas quedan, monumento
De la dicha mortal, burla del viento.
Mas al vulgo bravío
De las tupidas plantas montaraces
Sucede ya el fructífero plantío
En muestra ufana de ordenados haces
Ya ramo a ramo alcanza
a los rollizos tallos hurta el día:
Ya la primera flor desvuelve el seno,
Bello a la vista, alegre a la esperanza
A la esperanza que riendo enjuga
Del fatigado agricultor la frente,
Y allá a lo lejos el opimo fruto
Y la cosecha apañadora pinta,
Que lleva de los campos el tributo,
Colmado el cesto, y con la falda en cinta:
Y bajo el peso de los largos bienes
Con que al colono acude,
Hace crujir los bastos almacenes.


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