EL NIÑO BIEN CRIADO - Calderón de la Barca


A cuatro o cinco chiquillos
Daba de comer su padre
Cada día; y como eran
Tantas porciones iguales,
Un día se olvidó de uno.
Él, por no pedir, que es grave
Desacato en los chicuelos,
Estábase muerto de hambre.
Un gato maullaba entonces,
Y dijo el chiquillo: “¡Zape!
¿De qué me pides los huesos
Si aún no me han dado la carne?”

Calderón.