EL ESQUILÓN - Andrés Ernesto Gretry


Contra los proyectistas vanidosos, que no saben ejecutar lo que prometen, va esta fábula del poeta francés Andrés Ernesto Gretry (1741-1813).

-Yo soy quien todo lo arregla
En esta casa, decía
Un esquilón, que llamarle
Campana fuera injusticia.
Yo soy quien sacude el sueño
Del sirviente, quien avisa
Que al taller llama el trabajo
Al obrero, y le designa
El momento en que al reposo
Ha de entregarse, solícita.
Jamás me encuentro yo ociosa:
Puntual y siempre fija
A los señores indico
El momento que en familia
Deben gozar los placeres
De una mesa bien servida;
Y a los domésticos, nunca
Tan obedientes, la misma
Ocupación les advierto
Que han de cumplir en seguida.
Con mi voz solemne anuncio
Las elegantes berlinas
Que traen las gentes de tono
Que a mis señores visitan.
Yo soy... En fin, fuera cosa
De no acabar. Soy precisa
A todos: son mis funciones
Importantes y utilísimas.
-¡Silencio! le dijo un gato
Que oyó su charla. A fe mía,
Sin la mano que te mueve
Fueras muda. Nunca digas
Que mandas: sólo obedeces.
En lo que vales te estima.
Sé en adelante discreta,
Y no orgullosa y altiva.
-Tal se dice con audacia
Quien algún proyecto indica,
Que por lo útil es fácil
Que otros muchos lo conciban,
E incapaz de ejecutarlo,
Con jactancia desmedida,
De ser su autor se infatúa.
Tan sólo moviendo a risa.