HIMNO BELGA


El himno nacional de Bélgica llamado “La Brabansonne”  (“La Brabantina”). fue compuesto durante la revolución de 1830 por el cantante Francisco van Campenhout, con letra de Luis de A. Dechet. Después de muchas variaciones en la música, se acordó, por decreto del 5 de junio de 1873, que las bandas militares de aquel país interpreten el arreglo debido a Berder.

¡Fue cual sueño! del duro tirano
Consagrando el proyecto falaz,
Arrojónos un príncipe inicuo
Del cañón la metralla infernal.

Mas, ¡oh belgas!, al fin todo cambia;
Con Nassau vil tratado no más:
¡El cañón ha abatido al Orange
Bajo el árbol de la libertad!

La nación generosa en sus iras.
Cual a un padre pidió al fiero rey,
Vindicando sus santos derechos,
De igualdad fraternal justa ley.

Mas el rey con furor inaudito,
Con las armas del hijo marcial,
Ahogó en sangre patriota al Orange
Bajo el árbol de la libertad.

¡Brabantinos, nación de valientes,
Que sabéis combatir sin cejar,
Vuestras armas podrán resguardaros
Del Batavia y su cetro fatal.

De Bruselas al pie del Arcángel,
Para siempre el pendón fijo está,
Y orgulloso del rico follaje,
Crece el árbol de la libertad.

Y vosotros, gloriosos caídos
Del cañón bajo el fuego letal,
Sin que Bélgica, en guerra sangrienta,
Vuestros nombres pudiese trazar.

Bajo el suelo que os cubre amoroso
Dormid, bravos, el sueño de paz;
Dormid, lejos del pérfido Orange,
Bajo el árbol de la libertad.

Sometido, no esclavo, en un día
Pudo el belga, venciendo el dolor,
Su bandera, su nombre y derecho
Alcanzar otra vez con valor;

Pero siempre guardó su estandarte
Como noble y antigua heredad,
Donde brillan con letras de fuego
Las palabras Rey, Ley, Libertad.


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