Expulsión de los holandeses por el rey de Inglaterra, Carlos II


Restablecida la monarquía en Inglaterra, reclamó ésta la posesión de toda América del Norte, apoyándose en los derechos históricos dimanados de los descubrimientos de Caboto, y el rey Carlos II envió una escuadra para intimar la rendición a Nueva Amsterdam -1644-. A pesar de las incitaciones del gobernador Stuyvesant, los habitantes no quisieron oponer resistencia y los ingleses se apoderaron fácilmente de la ciudad, cuyo nombre cambiaron por el de Nueva York, en honor del duque de este título, hermano del rey y jefe de la expedición.

Aquel mismo año repartió el duque de York la parte meridional del territorio neoyorquino entre dos amigos suyos, lord Berkeley y sir Jorge Carteret. Había sido éste gobernador de la isla de Jersey, en la costa de Inglaterra, y de ahí que llamara Nueva Jersey a la provincia de su mando. Pronto quedó poblada ésta con el concurso de gentes procedentes de Nueva York, Nueva Inglaterra e Inglaterra, figurando entre estos últimos colonos muchos cuáqueros.