Las dos series de nervios que van del sistema nervioso al corazón


Dos series de nervios unen el corazón al sistema nervioso central y para simplificar, diremos dos nervios. Tales nervios tienen bajo su dominio las células nerviosas propias del corazón. Cuando uno de ellos trasmite una orden, el corazón late más aprisa y con mayor energía; y cuando la orden es trasmitida por el otro, los latidos se retardan y se hacen más débiles. En todo momento, durante la vida entera, el sistema nervioso central puede regularizar convenientemente los latidos del corazón. Las células que realizan este trabajo nos son perfectamente conocidas.

Otro hecho existe referente a la circulación, que demuestra asimismo el maravilloso dominio que el cerebro ejerce sobre todo el cuerpo. Si examinamos la pared de una arteria, la encontramos admirablemente construida. Consta de una túnica externa muy resistente y de otra interna muy suave; entre las dos existe una capa de fibras elásticas, gracias a la cual, la arteria puede dilatarse, y se dilata, cuando el corazón envía por ella una onda sanguínea; luego recobra inmediatamente su volumen primitivo. Pero hay también gran cantidad de tejido muscular que forma parte integrante de la pared arterial. Cada una de estas fibras musculares, en todas las arterias del cuerpo, está gobernada por un filete nervioso, y obedece a las incitaciones que éstos envían; todos estos filetes nerviosos proceden y remiten las incitaciones de un pequeño grupo de células cerebrales, situadas junto a aquellas que tienen bajo su dominio los movimientos constantes y regulares del corazón.