Las plantas viven ahora exactamente lo mismo que hace millones de años


Ahora bien, lo que las plantas hacían al principio, lo siguen haciendo ahora.

Esto es muy interesante, sobre todo, si se piensa cuan grande es la diferencia que existe entre aquellas primeras plantas, sencillas, de cuerpo diminuto y vida breve, y el árbol corpulento y centenario que conocemos en la actualidad.

Pero estos árboles, tan diferentes entre sí, cuya vida dura varios siglos, y que son a veces tan gruesos que se necesitan hasta cuatro o seis caballos para arrastrarlos, se nutren exactamente lo mismo que las primeras plantas que crecían en el fondo del mar hace muchos millares de años. Precisamente por la igualdad que ofrecen las pequeñas plantas de entonces con los árboles más voluminosos de hoy día en su modo de nutrirse, crecer y respirar, se les coloca a todos en un solo grupo, y se les designa con el nombre genérico de plantas, dando el de vida vegetal a la de todos ellos, sin distinción. Pasemos ahora a examinar de qué maravilloso modo se han desarrollado las plantas desde su comienzo, y después de habernos enterado del curso de la historia vegetal, podremos ocuparnos con mayor detenimiento en averiguar como nos sirven esos utilísimos seres.

Si cavamos a bastante profundidad en la tierra, observamos que, después de haber atravesado la primera capa, pasamos a otra distinta y luego a otra, y a otra, y así sucesivamente. Sabemos que estas diferentes capas que están ahora debajo de aquélla en que vivimos, estuvieron en alguna época en la superficie, y han quedado cubiertas en el transcurso del tiempo; y a medida que vamos cavando, y hallamos restos de diferentes clases de animales y plantas, y otras pruebas de que vivieron en esta o la otra capa, nos vamos enterando mejor del desarrollo de la vida sobre la tierra. Esto es muy importante y de gran interés en lo que se refiere a la historia de la vida animal, que ha sido estudiada atentamente durante muchos años. Hablaremos de ella más adelante. No obstante esos estudios, sólo recientemente se empezó a saber algo de la historia de la vida vegetal, por las huellas halladas en las rocas. En efecto, fácilmente se comprende que es mucho más difícil saber como eran las plantas primitivas que descubrir la historia de los animales de épocas pasadas. Casi todos los animales tienen huesos, que son objetos duros, y que, por lo tanto, pueden durar varios siglos, o que, por 10 menos, dejan señales que persisten mucho tiempo. No es tan fácil que se conserve una planta, porque en ella casi todo es blando, y las plantas más antiguas eran blandas totalmente. Pero en los últimos tiempos se ha aprendido mucho respecto a la historia vegetal, y se ha puesto en claro que, si cavamos hasta bastante profundidad, llegamos a capas de la corteza de la tierra donde no hay señal alguna de vida, animal o vegetal. En capas superiores a ésas, se comienza a encontrar las primeras huellas de la historia de la vida, rastros de vida vegetal y animal.