El hombre no puede hacer lo que una simple hierbecilla


La vida de la planta es tan maravillosa en si misma, que hasta hoy día después de centenares de años de estudiar, y pensar, y añadir nuevos conocimientos a los antiguos, el hombre, ni aun con la ayuda de asombrosa maquinaria, y de la electricidad, y de todos sus descubrimientos, es capaz de hacer lo que la más pequeña hierbecilla hace durante todo el día, sin ensayos, sin reflexión y sin ruido. Es muy probable que el hombre llegue algún día a poder hacer la labor que las plantas ejecutan actualmente en beneficio nuestro y de todos los animales; quizás sí, después de mucho tiempo, con gran trabajo y tras muchos preparativos, y mucho ajetreo, y mucho pensar, experimentar y gastar, alcance el hombre a ser tan hábil que pueda competir con las plantas, y prescindir de ellas; pero no lo creemos. Aun suponiendo que, después de miles de años, aprendiéramos lo que las plantas pueden hacer, nunca lo haríamos tan barato, tan pronta, exacta y fácilmente como ellas Nunca podremos superar la perfección, y la vida de las plantas es perfecta.

Ahora bien, ¿qué es eso que las plantas hacen tan bien, y que los animales no pueden hacer de ningún modo, y, no obstante, no pueden vivir sin ello?

Los animales respiran, crecen y se alimentan tan bien como la planta que mejor lo haga, y en algunos casos, hasta con mayor presteza; pero la gran diferencia consiste en que las plantas pueden nutrirse de cualquier cosa, como si dijéramos, mientras que los animales tienen que sustentarse precisamente con lo que las plantas producen para ellos. Ya sabemos lo que es un vegetariano: el que come vegetales, pero no carne de animales. Pues bien, todos los animales (y nosotros con ellos), son en realidad vegetarianos. Aun cuando comamos carne de vaca o ternera, éstas tuvieron que alimentarse de yerba. La vaca o la ternera han obtenido de la yerba la carne que nos comemos y, por lo tanto, si no hubiera yerba, ¿de dónde vendría la carne?