David es Félix en la estrafalaria casa de los Micawber


En resumen, David halló la estrafalaria casa de los Micawber no demasiado incómoda, pero tenía que sufrir mucho en el almacén, donde trabajaba sin cesar más de lo que convenía a un muchacho de su edad e instrucción, entre muchachos y hombres ignorantes y rudos. El señor Micawber fue preso por deudas, pero David le fue fiel; y, cuando la señora Micawber y su familia se trasladaron también a la cárcel -según podían hacerlo entonces-, se alquiló un cuarto cerca de ella para su joven huésped, el cual sentía tanta ley y afición a Micawber que no deseaba en modo alguno separarse de esta persona bondadosa y genial, si bien irremediablemente falta de sentido práctico. Andando el tiempo, Micawber fue puesto en libertad y con su familia partió para Plymouth, donde era de creer que los ilustres parientes de su esposa tuvieran gran influencia. Algo podría mejorar su situación, se suponía, al radicarse allí.