Cuáles son las estrellas que ve un observador situado al sur del trópico de Cáncer


Nos referimos ahora a las estrellas que pueden ser vistas fácilmente por un observador situado desde el trópico de Cáncer al Sur. hasta el polo de este hemisferio.

Desde una latitud media, y dando espaldas al Norte, se puede ver la característica constelación de la Cruz del Sur, formada por cuatro estrellas. Si se prolonga cuatro veces la longitud del brazo mayor de la cruz, en sentido opuesto al ecuador, se obtiene con cierta aproximación el polo Sur celeste. Esta operación es necesaria para determinar dicho polo, pues al contrario de lo que ocurre con el polo Norte, no hay en aquél ninguna estre lla importante que lo señale. Como ocurre con el polo Norte, alrededor del polo Sur se ven girar las constelaciones que lo rodean. Cerca de la Cruz del Sur, apuntando hacia ella, hay dos estrellas, las llamadas Rigel y Kenturus, y Agena, de la constelación del Centauro. Esta constelación rodea a la Cruz del Sur, y, según la hora y la época del año, se la ve alta o baja con respecto al horizonte. Esta constelación presenta el hecho interesante de que contiene una estrella que es la más cercana a la Tierra, ¡como que está a sólo 4 años luz!

Encontramos también rodeando al polo otras constelaciones, como la Hidra Macho, el Triángulo y el Pez Austral; en esta última se destaca la estrella Fomalhaut. Canopus, del Navio, es otra hermosa estrella del cielo austral.

Más hacia el norte, cerca de la eclíptica, que es el camino aparente que sobre la bóveda celeste hace el Sol en un año, está la gran constelación de Escorpión, con su principal estrella Antares, de color rojizo, que puede ser confundida por su color con el planeta Marte y a la que se dio el nombre que tiene debido, precisamente, a esa circunstancia, pues debemos recordar que Marte, dios de la guerra, se llamaba Ares en griego, y antares quiere decir: rival de Ares. Esta constelación es perfectamente visible en las noches de invierno, y su principal estrella, la citada, es notable por ser un astro supergigante, con un radio unas 460 veces superior al del Sol. Si en el lugar de este astro estuviera la estrella Antares, ocuparía un espacio que se extendería más allá de la órbita que describe el planeta Marte.

También sobre la eclíptica se ve en invierno a Sagitario y en verano a las constelaciones del Toro, con la estrella Aldebarán, y de los Gemelos, con sus características estrellas Castor y Pólux, todas las cuales hemos ya nombrado, por ser visibles desde latitudes del hemisferio Norte.

En el verano -que corresponde al invierno del hemisferio Norte-, son visibles desde las latitudes que consideramos la estrella Proción, del Can Menor, y Sirio, del Can Mayor, que, como ya lo dijimos, es la estrella más brillante del cielo. La gran constelación de Orion, que se destaca por el trapecio que forman cuatro de sus estrellas, encierra a las Tres Marías, característico grupo que se halla precisamente sobre el ecuador celeste. Orion representa un cazador, y las Tres Marías constituyen su cinturón; junto a él se hallan tres estrellas más pequeñas, que forman la hoja de su cuchillo. El punto luminoso del medio, de estas tres últimas, no es, en verdad, una estrella, sino la gran Nebulosa de Orion, una gigantesca masa difusa luminiscente, que puede ser fotografiada perfectamente con poderosos telescopios.

En otoño son visibles las constelaciones de la Virgen, cuya principal estrella se llama Espiga, y la del León, cuya estrella más brillante recibe el nombre de Régulo.