PENSAMIENTOS - Marco Aurelio


Marco Aurelio era un hombre que comprendía y deseaba corregir sus debilidades. En los siguientes pensamientos, lo vemos reprocharse de esta suerte:

"Si crees que no es tu obligación madrugar, hazte este discurso: "Ahora me levanto para que trabajen mi cuerpo y mi espíritu. ¿Acaso fui creado sólo para dormir y quedarme en el lecho, bien arropado y caliente? ¿No se me hizo para que yo, a mi vez, hiciera algo? ¿No debe portarse un hombre como corresponde al hombre? No debes tenerte verdadero amor a ti mismo. Si lo tuvieras, amarías la Naturaleza y darías a tu cuerpo libertad y movimiento. Quiero seguir el camino de la Naturaleza hasta que se rindan mis piernas; después descansaré, respirando con delicia el aire que me da la vida".

"Tengo un alma y un cuerpo, y es evidente que para algo se hicieron la una y el otro, y que yo desciendo de otro ser y de otros seres. Por consiguiente, todo cuanto hay en mí servirá para la continuación de la especie. Así fui hecho yo, y mi padre antes que yo, y otro antes que mi padre y así siempre atrás en la eternidad".

"Los vastos continentes de Europa y de Asia no son más que rinconcitos del mundo creado. El océano no es más que una gota de agua y el monte Athos sólo significa un grano de arena comparado con el Universo. Lo presente es sólo un momento, comparado con la eternidad. Estas cosas no son pequeñas, ni mudables ni transitorias. Recuerda también que todas las cosas vienen del Alma que rige el Universo, directa o indirectamente. El rugido del león, el veneno de una serpiente y todo cuanto parece dañino en la Naturaleza, como las espinas y el fango, es consecuencia de algo noble y hermoso".


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