Llora como mujer lo que no supiste defender como hombre


Se dice que esta frase, que tiene formas diferentes, fue pronunciada por la madre de Boabdil el Chico, último rey moro de Granada, cuando éste, al abandonar la ciudad reconquistada por los Reyes Católicos, se de-tuvo sollozante a contemplarla por última vez desde una altura llamada desde entonces “del suspiro del moro”. Se la cita hoy significando la inutilidad de las lágrimas derramadas a destiempo, y que pudieron evitarse demostrando más entereza y valor.