La captura de la cierva sagrada


En las montañas Cerineas vivía una maravillosa cierva, que estaba consagrada a Diana, la diosa de la caza. Sus cuernos eran de oro; y tan veloz era su carrera que nadie fue capaz de alcanzarla jamás.

Se ordenó a Hércules su captura para conducirla viva a Euristeo; y el héroe logró realizarlo, después de una cacería que duró un año entero, a través de los bosques que cubrían todo el sur de Grecia.

Al regresar vencedor se encontró con que Diana estaba furiosa; pero quedóse después muy satisfecha la diosa al conocer la historia del héroe.


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