El jabalí de Arcadia


Un enorme jabalí, que procedía del monte Erimantea, llegó a arruinar todo el estado inmediato a Arcadia, pues en sus diferentes incursiones no perdonó la vida a persona o animal que hallara a su paso.

Hércules fue comisionado para capturarlo, y aquella fiera, que siempre resistió los ataques y venció las astucias de los pastores de Arcadia, tan pronto vio a Hércules dio media vuelta y huyó velozmente a las montañas cubiertas de nieve, donde su perseguidor logró cazarlo, y llevárselo a la corte del rey Erimanteo; pero éste sentía tal temor, que se ocultó en un barril sin querer ver a la fiera.


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