Los muchachos y las ranas


Jugaban unos muchachos traviesos en un campo próximo a un pantano. Cansados de correr y saltar, fueron a sentarse a la orilla y allí, prosiguieron su diversión apedreando a las pobres ranas, apenas asomaban la cabeza sobre el agua. Al fin, una mayor que las otras les gritó:

-Eh, muchachos, por lo visto no tenéis presente que lo que a vosotros os sirve de diversión, nos puede a nosotras causar la muerte.

Quien maltrata a un animal no muestra buen natural.