El cuervo y la raposa


Habiendo robado un queso cierto cuervo, se lo llevó a la copa de un árbol. Violo una raposa, y con intención de quitárselo comenzó a adularlo de esta manera.

-Ciertamente, hermosa ave, no existe entre todos los pájaros uno que tenga la brillantez de tus plumas, tu gallardía y belleza. Si tu voz es también tan hermosa como hermoso es tu cuerpo, no hay quien te iguale entre las aves canoras.

Envanecióse el cuervo con este elogio, y queriendo demostrar a la raposa la armonía de su voz, comenzó a graznar, y se le cayó el queso del pico, que era lo que deseaba la raposa, porque se lo robó y lo dejó lindamente burlado. [ Peligrosas son las alabanzas y las adulaciones, porque sólo ofrecen lamentables resultados. Quien lisonjea a otro, sólo busca engañarlo.


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