El sonido musical de las ondas sencillas y el sonido de las ondas compuestas


Las personas expertas pueden asimismo distinguir entre el sonido de un piano y el de otro, como también, con frecuencia, percibir la diferencia entre las notas dadas por dos violines; y todos sabemos distinguir unas de otras las voces de nuestros amigos. Eso es así, aun tratándose siempre de la misma nota, y resulta muy interesante averiguar en qué consiste la diferencia que se observa.

Existen, primeramente, ciertas clases de instrumentos en que esa diferencia no es apreciable. Los templadores, por ejemplo, construidos para dar una nota determinada, producen un sonido que, en realidad, es siempre exactamente igual, sin que se observe la diferencia que hay entre un violín bueno y un violín barato. Un estudio detenido del asunto nos revela el motivo. Las ondas sonoras producidas por un templador, o diapasón, son absolutamente sencillas; mientras que, tratándose de un violín, de una voz o de un tubo de órgano, las ondas son por el estilo del oleaje del mar, que va acompañado de ligeras ondulaciones superficiales y acaso de otras aún más diminutas, si nuestra vista pudiera percibirlas.

Ahora bien; la impresión causada en el oído es muy distinta, según se trate de ondas sencillas, como las de una cuerda que ondulase arriba y abajo, o de ondas complicadas en que todo género de ondulaciones secundarias vienen a mezclarse con la onda principal. Todos los sonidos do algún valor musical están formados por ondas compuestas. La onda principal se llama nota fundamental o "tono", y las pequeñas ondulaciones secundarias que la acompañan se conocen con el nombre de armónicos o también, sonidos concomitantes.