El maravilloso mecanismo de nuestro cuerpo que nunca se detiene mientras estamos vivos


No vayamos, sin embargo, a figurarnos que eso es lo que debe entenderse por movimiento continuo. En cuanto intentásemos que el péndulo efectuara algún trabajo, como el de dar vueltas a una rueda u oponer cierta resistencia al aire, o lo que fuese, su potencia se iría consumiendo y llegaría, por esa causa, a detenerse indudablemente más pronto.

“Movimiento continuo” es una frase que empleamos siempre refiriéndonos á determinada idea; pero pocas; hay copio ella que expresen de modo tan defectuoso lo que quieren significar concretamente.

Un hiño sano es un ejemplo de movimiento continuo; y tanto de jóvenes como de viejos, dormidos como despiertos, siempre se mueven algunas partes de nuestro cuerpo. No sólo es posible el movimiento continuo sino que a medida que aumentan nuestros conocimientos, nos convencemos ¡más de que todo se mueve, y aun de! que incluso lo que llamamos materia es sencillamente una especie de movimiento.

Por lo tanto, habría que preguntarse si, a excepción del movimiento, hay algo que estudiar en el mundo; mientras, por otra parte, suele decirse que el movimiento continuo es cosa imposible. Conviene que nos hagamos cargo de lo que debe entenderse realmente ¡al emplear esa frase. Lo imposible! es sacar algo de la nada, y esto es lo que tratan de hacer todas las llamadas máquinas de movimiento continuo. Durante centenares de años, ha habido quienes se han esforzado por construir máquinas que funcionaran constantemente, sin que se les diese cuerda o sin que hubiese necesidad de gastar combustible.