Por qué solemos oir mejor un piano bueno que otro malo


Puede darse, sin embargo, el caso de que dos pianos del mismo tamaño difieran mucho en lo relativo a las notas bajas, y al abrirlos observamos que, de los dos instrumentos en el de calidad superior las cuerdas más largas están tendidas en una dirección que cruza la de las cuerdas cortas, formando con estas últimas un ángulo más o menos pronunciado, con lo cual se logra que las cuerdas que corresponden a las notas bajas tengan mayor longitud. Esto es lo que se entiende por un piano cruzado, y hoy día casi todos son así, excepto los pianos de clase muy ínfima. El objeto de esta construcción es aumentar en lo posible la longitud de las cuerdas, por ser éste el mejor medio para obtener buenas notas bajas, ya que las cuerdas largas y delgadas producen mayor cantidad de sonidos concomitantes que las cortas y recias.

Es difícil precisar lo que ocurre cuando una cuerda vibra produciendo sonidos armónicos. Sabemos que, en primer lugar, la cuerda entera se balancea a un lado y a otro, y que luego, por decirlo así, viene a añadirse a este balanceo una serie de vibraciones parciales: varias secciones de la cuerda, como, por ejemplo, la mitad, la cuarta parte o la que sea, empiezan a vibrar por cuenta propia, digámoslo así, cada una de ellas con cierta velocidad que depende de su longitud, y de este modo se producen los sonidos concomitantes. Esto nos hará comprender el motivo por el cual un templador, u otro objeto corto y recio por el estilo de este instrumento, no produce ningún armónico, mientras que se obtienen en abundancia cuando vibra una cuerda tirante si es muy larga y delgada.