La puerta del paraíso, según la bautizó Miguel Angel

Al edificio de la catedral antes citada acompañan, en cuerpos independientes, el campanario, de noventa y tres metros de altura, con algo aún de gótico, exquisitamente elegante y gracioso; y el baptisterio, de forma octogonal en su arranque y muy famoso por sus magníficas puertas de bronce, a saber: la realizada por el escultor Andrés de Pisa, y otras dos, llevadas a cabo por el gran escultor Lorenzo Ghiberti. Un día Miguel Ángel, admirado de una de las realizadas por Ghiberti, expresó que merecía ser la puerta del Paraíso, calificativo que la tradición ha mantenido hasta la actualidad.