Nacen las artes mayores, a partir de toscas pinturas rupestres


Mucho se ha discutido sobre si las artes nacieron desinteresadamente, como simple pasatiempo del hombre, o respondieron a una inspiración mítico-religiosa. Nos encontramos frente a un problema de difícil solución, pero lo cierto es que el hombre de las cavernas, o troglodita, tuvo una capacidad artística de la que son evidentes testimonios las esculturas y pinturas de sus cavernas.

Si quisiéramos hacer una historia del arte, deberíamos remontarnos a las pinturas rupestres, pinturas realizadas sobre la roca misma, durante el período paleolítico.

El maravilloso arte pictórico de este período alcanzó un desarrollo tan interesante, que resulta difícil explicar la decadencia que se inicia en los dibujos del neolítico y se extiende a la edad del bronce.

El asombro provocado en el mundo científico por las admirables pinturas de la Cueva de Altamira fue tal, que en un principio nadie quiso creer en la realidad de ese arte primitivo, pero poco a poco se convirtieron en el punto de partida para nuevas investigaciones.