El general Justo José de Urquiza promulgó la constitución argentina de 1853


El gobernador de Entre Ríos, Justo José de Urquiza, fue una de las primeras figuras de la Confederación Argentina desde los comienzos de la tercera década del siglo pasado. Al frente de las fuerzas de dicho país, combatió contra el general Rivera, a quien batió, y reprimió severamente varios alzamientos contra Rosas que estallaron en las provincias del litoral argentino. A comienzos de 1850 se consideraba a Urquiza como la segunda personalidad argentina. Rosas había concentrado bajo su mando importantísimos contingentes, pues la Confederación Argentina había roto relaciones con el Brasil y se hallaba en pie de guerra. Pero la adhesión que antaño manifestara Urquiza a la política de Rosas se había enfriado por esos días, y varios emisarios de los argentinos antirrosistas exilados en Montevideo y de agentes diplomáticos brasileños frecuentaban el círculo del gobernador entrerriano. El 1' de mayo de 1851 Urquiza se pronunció contra el gobierno de Rosas, y poco después firmaba un tratado de alianza con el imperio del Brasil, la República Oriental del Uruguay y el Paraguay, para llevar la guerra contra el común adversario. Ejércitos brasileños al mando del marqués de Caxias se acercaron al Plata a través del territorio uruguayo; un fuerte contingente de reserva se afirmó en Colonia, y la división de artillería marchó con Urquiza sobre Buenos Aires. El choque se produjo en Caseros, en las proximidades de la capital argentina, y el resultado del mismo fue favorable a los aliados. El mismo día, 3 de febrero de 1852, Rosas renunció ante la legislatura bonaerense y se embarcó rumbo al extranjero.

Urquiza abocóse inmediatamente a la instalación de una nueva autoridad nacional y al cumplimiento de los compromisos contraídos con sus aliados de la víspera.

Fruto de la primera preocupación fue la reunión de gobernadores efectuada en San Nicolás de los Arroyos, en la que se decidió mantener la vigencia del pacto federal de 1831, al que habían adherido todas las provincias y que sirviera de ley fundamental durante los años del gobierno de Rosas. Además se depositó en Urquiza, con el título de director provisional, la representación nacional. Poco después -en noviembre de 1852- se inauguraba en Santa Fe la Convención Nacional que sancionó el primer texto constitucional argentino, promulgado el 25 de mayo de 1853 por el general Urquiza.

La obra de organización fue empañada por una nueva guerra civil, que se tradujo en la separación de Buenos Aires del cuerpo de la Confederación; Urquiza vio su empresa comprometida, y tomó nuevamente el mando de sus efectivos para someter a la provincia rebelde; pero en Pavón decidió retirarse antes de que el resultado de la batalla, favorable a sus efectivos confederados, fuera definitivo.

Se dirigió Urquiza a sus lares entrerrianos y residió ya casi permanentemente en su versallesco palacio de San José, próximo a la ciudad de Concepción del Uruguay. Cuando se avecinaba la guerra contra el Paraguay, trató de evitarla, pero su mediación resultó estéril. Entretanto, una creciente oposición nacía entre los entrerrianos contra el caudillo que los gobernaba desde hacía más de dos décadas. Esa oposición desembocó en un levantamiento que contó entre sus víctimas al mismo general, asesinado en su palacio el 11 de abril de 1870.