Las ruinas precolombinas de Tiahuanaco, un enigma americano


Tiene Bolivia una pléyade de hombres eminentes, que se distinguen en la milicia, en las letras, en la política y en la industria. Son diplomáticos pacientes, moderados y diestros.

Sus familias, su sociedad y su cultura son también distinguidas. En las grandes ciudades, especialmente La Paz, Oruro, Sucre, Cochabamba y Santa Cruz de la Sierra, viven los descendientes de linajudas familias españolas, cuyas mujeres se distinguen por su belleza y donaire.

La República de Bolivia conserva uno de los conjuntos de ruinas más antiguas del mundo, en la ciudad de Tiahuanaco, que algunos estiman la población de más remota antigüedad que se conoce. Sus monumentos han atraído a los americanistas cuyo congreso del año 1910 se reunió allí; y constantemente llegan notabilidades extranjeras para estudiar aquellas ruinas, situadas a dos^ horas de su capital, en las cercanías del grandioso lago Titicaca, enmarcado en los Andes.

En algunas ciudades bolivianas, como La Paz, Potosí y Cochabamba, se conservan en pie las antiguas y bellas iglesias coloniales, que ofrecen al turista y al estudioso el interés enorme de sus líneas y de sus tallados en piedra y en madera, mudos testigos del pasado.

Bolivia presenta como país de turismo los atractivos más encantadores: altas y nevadas cordilleras, lagos como mares interiores, desiertos propios para la aventura, donde se corre el peligro de morir de sed y de hambre; selvas vírgenes, que recuerdan la creación del mundo, y un sistema admirable de grandes ríos navegables y aptos para todas las industrias.

Bolivia es el jardín de esa región del globo, un país privilegiado y digno de un gran porvenir.