Historia

Roma ocupa la península

Una vez que los romanos expulsaron a los etruscos del gobierno de la ciudad, Roma creció hasta convertirse en un importante centro urbano. La organización de un poderoso ejército le permitió comenzar a expandirse a través de la península.

Los elefantes de guerra,

arma secreta de Pirro

Durante el siglo IV a.C., la ciudad de Roma es invadida por los galos. Su retirada se logra sin luchar, sino a cambio del pago de un tributo. A partir de ese momento, Roma llega a controlar los territorios del norte antiguamente pertenecientes a los etruscos y otros pueblos del área.

Hacia el año 275 a.C., Roma logra apoderarse de la Magna Grecia, territorio dominado por los griegos, al destruir al rey helenístico Pirro de Epiro, quien había acudido en auxilio de la ciudad de Tarento y otras colonias de la región. Esta anexión determinó el gran

desarrollo posterior de las artes y ciencias romanas, a través de la influencia de la cultura griega, por ese entonces muy superior a la romana.

A mediados del siglo III a.C., Roma dominaba el territorio italiano desde el río Arno hasta el estrecho de Messina. Sólo la región oriental de Sicilia continuaba en poder de los griegos, mientras que la zona occidental estaba dominada por los cartagineses.

Roma contra Cartago

Columna rostra

En el año 264 a.C., comienza una guerra entre las dos principales potencias del mediterráneo occidental:

w Roma: Dominaba la península itálica desde el río Arno en el norte hasta el estrecho de Messina en el sur.

w Cartago: Dominaba la zona este de la isla de Sicilia, la costa africana desde Túnez hasta el Estrecho de Gibraltar y parte del sudeste de España.

Aunque en un principio las relaciones entre ambos fueron amistosas y de cooperación, cada vez fueron más fuertes los intereses enfrentados respecto a sus deseos de conquistar la región oriental de la isla de Sicilia correspondiente a la Magna Grecia, aún en poder de los griegos.

El desencadenante de la guerra estuvo dado por la sucesión de los siguientes eventos:

w Un ejército de mercenarios, denominados mamertinos (adoradores de Marte), se rebeló contra el gobierno de la ciudad griega de Siracusa y se apoderó de la ciudad de Messina.

w Los cartagineses (llamados púnicos por los romanos) intervienen en la contienda para lograr apoderarse de Messina.

w Los romanos fueron en auxilio de los mamertinos para evitar que los cartagineses conquistaran la región.

 

Los enfrentamientos

Estatuilla de un combatiente

púnico a caballo

A partir del año 264 a.C., Roma organiza una importante flota que ataca las posesiones cartaginesas en Córcega, Cerdeña y el norte de Africa. Tras varios años de enfrentamientos, la flota romana formada por 300 buques a cargo del cónsul Cayo Cátulo logra el triunfo sobre la flota cartaginesa en el año 241 a.C. durante la batalla de las islas Egates.

Tras la derrota, Cartago firma la paz y abandona la isla de Sicilia. Aprovechando la debilidad de los cartagineses, Roma se apodera también de las islas de Córcega y Cerdeña.

Culminada la guerra, algunos grupos de cartagineses fomentaron rebeliones en el norte de Italia e incitaron a los galos a invadir a los romanos.

Ambos intentos fueron reprimidos y de esta forma, en el año 223 a.C., Roma logra expandir sus dominios en la llanura del río Po.

Caída de Cartago

Tras la derrota, la clase dirigente de Cartago se dividió en dos bandos:

w Los terratenientes: Deseaban dejar de lado la expansión marítima y conquistar el interior del continente africano.

w Los mercaderes: Deseaban volver a intentar la expansión marítima a pesar del riesgo de nuevos enfrentamientos con Roma.

Busto de Escipión

Amílcar Barca, participante de esta segunda tendencia, se lanzó a la conquista de territorios en la península ibérica, de forma de obtener recursos que permitieran a Cartago recuperarse de la derrota en la primera guerra púnica.

La segunda guerra púnica se desencadena cuando Aníbal Barca, hijo de Amílcar, atacó en el año 218 a.C. la ciudad española de Sagunto, antigua colonia griega aliada de Roma.

A partir de ese momento, la campaña de Aníbal colocó a los cartagineses en una posición favorable frente a los romanos hasta la aparición del general romano Escipión.

Escipión decidió amenazar directamente la ciudad de Cartago, cosa que hizo en el año 204 a.C.. Aníbal debió abandonar todas sus posiciones para acudir en defensa de la capital cartaginesa. La batalla decisiva tuvo lugar en el año 202 a.C. en Zama, donde los romanos salieron victoriosos.

 

Campaña de Aníbal Barca

Aníbal Barca era un gran estratega. Una vez atacada la ciudad de Sagunto en España, mientras los romanos vigilaban el mar con su flota, los cartagineses se dirigieron por tierra hacia el norte de Italia. Durante el trayecto, casi la mitad de los 50.000 soldados que participaban de la expedición murieron durante el trayecto. Al llegar a Italia, Aníbal reforzó su ejército y logró grandes triunfos entre los años 218 y 217 a.C., ya que aunque ambos bandos contaban con una cantidad similar de soldados, los cartagineses tenían una mejor habilidad en el uso de la caballería.

Campo de batalla de Cannas

En el año 216 a.C., Aníbal logra en Cannas su mayor victoria y se apodera de los territorios de Apulia, principal fuente de abastecimiento de Roma y de amplias áreas del sur de Italia. A pesar de haber logrado apoderarse de gran parte del territorio italiano, Aníbal nunca atacó directamente la ciudad de Roma.

Mientras los cartagineses continuaban luchando en el sur de Italia, los romanos que aún continuaban dominando el mar, deciden atacar directamente la capital cartaginesa en el norte de Africa.

 

Derrota definitiva de los cartagineses

Tras la derrota, los cartagineses perdieron todos sus conquistas, debieron entregar su flota a Roma y pagarle un importante tributo.

Ruinas de la antigua Cartago

Los romanos, aprovechando la gran movilización de ejércitos y buques se lanzaron a la conquista de la totalidad de las costas del Mediterráneo occidental, logrando apoderarse de:

w Macedonia, en el año 197 a.C.

w Siria, en el año 189 a.C.

w Grecia, en el año 146 a.C.

w Gran parte de la península ibérica.

La tercera guerra púnica, que se desarrolló entre los años 149 y 146 a.C., culmina con la destrucción total de Cartago. Los pocos sobrevivientes de esta ciudad fueron esclavizados.

Roma domina el Mediterráneo

Al término de las guerras púnicas, Roma se había convertido en la gran potencia que dominaba el Mediterráneo occidental:

Expansión romana

w Europa occidental: Italia, Iliria, sur de Francia y gran parte de España y Portugal.

w Europa oriental: Macedonia, Grecia y Tracia.

w Africa: Cartago y áreas vecinas. También mantenían una gran influencia en el resto del norte del continente, incluyendo el reino helenístico de Egipto.

w Asia: Pérgamo en Asia Menor. Manteniendo influencias en el reino helenístico de Siria.

Además de anexar gran cantidad de territorios, durante las guerras Roma acumuló grandes riquezas y mantuvo contacto con culturas mucho más avanzadas. Muchos de los cientos de miles de soldados que participaron, abandonando sus ocupaciones, se encontraron arruinados económicamente, mientras otros habían acumulado fortuna durante las campañas. La sociedad romana debió asimilar estas circunstancias que produjeron grandes cambios.

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