¿Por qué olvidamos unas cosas y recordamos otras?


La memoria depende en gran manera de la impresión que los diversos incidentes causan en nuestro espíritu. Las cosas que más fácilmente olvidamos son las que no nos impresionan bastante, por carecer de interés o importancia en el momento en que ocurren. Nuestra atención se aparta de ellas con presteza, y por eso no se graban en nuestra memoria. Por otra parte, las cosas que para nosotros constituyen los acontecimientos más trascendentales de nuestra vida, aunque para los demás carezcan de toda importancia, se imprimen en nuestra memoria firmemente y siempre las recordamos; y ésta es precisamente la causa de que jamás olvidemos ciertas cosas que en el fondo son verdaderas nonadas. Lejos de apreciarlas así cuando ocurrieron, grabáronse en nuestra mente con indeleble impresión.